Hoy estaba volviendo de la pega en micro y se me acercaron dos niñitas de 13 y 14 años. Ellas se sentaron al lado mío y me preguntaron como me llamaba y cuantos años tenía. Me puse muy nervioso porque me podían hacer pasar por un pedófilo o Bosé que onda. Ellas eran full libres y jugaban por toda la micro, saludaban a todo el mundo y vivían colgadas a las barandas de la micro. La verdad me siento feliz de que todavía existan seres así en Santiago.
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